Puños Fuera: Askel
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| Antes de que los viajes low cost financiaran el turismo revolucionario anti-glob, el anarquista Legàsse en Las Carabinas de Gaztibeltza soñaba las andanzas de aquel joven que al grito de “euskara eta karabina” daba la vuelta al orbe topándose pueblos irredentos que, en perfecto euskera, se hermanaban con el viajero y su insurrección. Para las autoridades chilenas, Asel Luzarraga (a día de hoy preso en Temuco, Araucania) sería el Gaztibeltza del siglo XXI llegado a extender el legado de fuego vasco a los incendiarios mapuches. Pero sin al parecer querer esperarle, los mapuches hace años que, enterrando las viejas recetas, volvieron a indagar en su propio nombre. Mapu, la tierra. Che, el ser humano. Desde aquí comenzaron las tomas de tierras para volver a plantar comunidad. Mapu-Che, comunidad en resistencia arrebatando territorio y construyéndose a sí misma sobre él. Confinado en los confines del mundo, la prisión de Asel (corazón y sonrisa rojinegra) nos habla de la inteligencia de los pueblos originarios que, arrancándose los corsés de la izquierda europea, se enraízan en el terruño y afianzándose en el conflicto, reinventan humanidad. Asel. Aske. Jtxo Estebaranz © humorenlared.com |
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