abril 21, 2010

Beber sin Sed: Otro ritmo

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Sucedió en un bar de Málaga. El techo del mismo era un firmamento de jamones colgados. Quedaban algunos sobre las cabezas de los clientes. Los jamones tenían clavados vasitos cónicos de plástico, los cuales estaban a rebosar de grasa líquida. El desastre era inminente. Pedí otro fino para verlo. Al poco sucedió. Además, sobre un señor con traje color gris perla. Como de guión. El chorretón de grasa le dio en un hombro y resbaló por el pecho. El hombre se quedó alucinado.
Uno de los camareros, un chaval, se acercó, miró el desaguisado, miró al jamón agresor con gravedad y dijo con gesto de enterado: “Se veía venir.” El señor engrasado meneó la cabeza con resignación. “Qué malasombra tienes, chaval.”

Salió el encargado de la barra con trapito empapado en agua caliente y pidiendo al cliente mil disculpas y que les trajera la factura de la tintorería. El malasombra, cumpliendo órdenes, subió a una escalera para revisar los jamones y que no volviera a suceder lo mismo. El chaval, en vez de vaciar de grasa los recipientes, fue rellenando con los que estaban a rebosar los que estaban menos llenos, con lo cual dejó todos al borde del peligro. Otro ritmo.

Juan Bas © humorenlared.com

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