Península Histérica: Justicia
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De los tres pilares en los que Montesquieu dividió el poder del Estado, el Judicial es sin duda el que peor ha realizado la transición en este país que habitamos. Son varias las causas, pero sin duda nefastas las consecuencias. Por un lado, el propio modelo de acceso al cuerpo facilita el que sectores más conservadores y económicamente acomodados copen la mayoría de los puestos y también los más significativos. Por otra parte, el control partidista en la designación de altos cargos hace que sean los más politizados y no los mejores quienes controles instancias decisivas. Los dos partidos mayoritarios lo han hecho, pero sin duda fue el PP quien mejor copió la estrategia de los republicanos norteamericanos de colocar en altas instancias (Tribunales Superiores, Supremo y Constitucional, Consejo General) a personas afectas. De ahí todas sus reservas para renovar cupos que ya habían caducado en su mandato legal. El resultado es el espectáculo que vemos estos días en los diferentes Tribunales: escuchas anuladas que favorecen a miembros de tramas corruptas (cuando es sospecha común que en otros delitos se ha hecho manga anchísima) o a un extodopoderoso juez mediático a punto de ser sentado en el banquillo por Falange por atreverse a intentar juzgar los delitos de la dictadura franquista. ¡Ver para creer! Miguel Fernández © humorenlared.com |
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