De Marca Mayor: Percebe-toe
Ambas tendencias comenzaron a propagarse a nivel pandémico en la primavera-verano del año pasado. Primero fue el peep-toe, luego la plataforma y, a estas alturas, ya no se concibe el uno sin el otro. La aceptación por parte de las usuarias ha sido tal que prácticamente no se encuentra otra cosa en las tiendas. Benditas afortunadas aquellas cuyos dedos gordo e indice asomen con belleza y elegancia por la abertura de la punta de sus zapatos. Malditos diseñadores, comerciantes y showroomeros que me condenaron a mí y a muchas otras desgraciadas poseedoras de dedos largos y escapistas a padecer un nuevo complejo que hasta ese momento ni se sospechaba. No se si la combinación de peep-toe y plataforma surgió para mitigar este problema en la medida de lo posible. Probablemente no, o al menos a mí no me ha solucionado gran cosa. Cada vez que mi dedo gordo y su compañero el dedo percebe superan la abertura, avanzan plataforma abajo y terminan por transmitirme información sobre lo fresquita que está la acera, sólo me consuela evocar el recuerdo de Eva Méndes en una página del Cuore, palpando la alfombra roja con sus dos dedillos más allá de sus Louboutin. La justicia divina no entiende de clases. Lorea Martín © humorenlared.com |
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