abril 30, 2010

La Biblia en Verso: ¡Dios mío por qué me has abandonado!

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Complot. Conspiración. Cese de la convivencia eterna. Voy a hablar mal y rápido sobre pederastas y curas. A los autores, al menos identificarlos. A donde vayan, si la justicia no los encierra. A los mentores que han elevado hasta Dios estos pecados execrables y los han pasado por alto por su tenaz lengua y su técnica teórica, descenderles palabras inspiradas: 2 Juan 1: 9-11.

Según las reglas de su estatuto, no les pertenece siquiera pisar tierra santa. Pero voy a evitar males mayores, sabiendo que son señores de la guerra a quienes quiero denostar. Estas recetas de brujas que trabajan para Mefisto siempre tardan en prepararse y si el ganador es el mayor beneficiario, acabara por descubrirse. Les ha salpicado el agua como si se oyeran realmente las trompetas de la urdida trama. Mientras unos se preguntan qué será lo próximo, bien podríamos acercar el pecado a instancias espirituales para estrechar su angosto camino.  Y tengan pruebas de las que enorgullecerse. Si en Cinema Paradiso la Iglesia era referente moral al censurar los besos del cine clásico como lujuriosos, seguro que hacer eventos musicales, por su acústica, en estos centros culturales lo catalogarían de “profanar tierra santa”. Una tierra que no les pertenece después de abusar de la ignorancia a base de tirones de orejas que acercaban las llorosas caras suaves de sus alumnos hasta el bosque del nabo. No hablo de Salmos rockeros, la palabra que busco es “Usufructo”.

Egoitz Arrien © humorenlared.com

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