Oreja a la Plancha: ¡Zombies!
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| Los camerinos (cuando los hay) de las salas que programan rock en España no están acondicionados como debieran, y no me refiero a espacio, ventilación, higiene, etc., que son guerras perdidas, sino al peligro de severas mutaciones estilo serie B. Sucede que, en muchas ocasiones, el grupo agotado, recién sudado y con los oídos pitando sufre en el peor momento un ataque zombie en toda regla. Zombies vampiros hiperexcitados que, si no quieren morir en el acto, necesitan alimentarse de púas usadas, baquetas, cubatas de tu cátering o dejar su imagen registrada junto a la tuya inmediatamente. Firmemente decididos a apuntarte en su cuaderno de bitácora zombie en el apartado “mola” o en el de “le conocí y menudo gilipollas” (encabezado por mi héroe, Fernán Gómez) a partir de un fugaz examen durante el cual el músico se pliega más o menos, o nada, a las necesidades del mutante. Y muchas veces no hay cerradura, o el camerino no está dotado de una simple recortada. El gremio de músicos necesita ayuda, señores. Queremos ajos, estacas, tablones y clavos para bloquear la puerta, o nosotros mismos acabaremos tirándonos al cuello de las señoras que van al Eroski. Y no es. Juan Abarca © humorenlared.com |
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