Debajo de la Palmera: Naranjito necesita descansar
![]() |
|
Una de las noticias de este mes de setiembre es que Fraga se va. ¿Dónde? A su casa. Su familia ha decidido no seguir usando el Senado como centro de día y ha logrado, gracias a la decrepitud del presidente de honor del PP, obligarle a quedarse en su domicilio y no seguir dando la patética imagen de un anciano decrépito entrando en andas a su escaño del Senado para solo votar, a pesar de haber dicho, como antiguo ponente constitucional, que él iba a la Cámara Alta a convertirla de verdad en Cámara de Representación Territorial. Otro más que fracasa. Yo lo tenía como miembro de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos y curiosamente ha sido éste su último destino, una comisión presidida por un “odioso separatista” al que detuvo el uno de abril de 1976 cuando preparábamos el Aberri Eguna de aquel año. Cosas de la vida. Hace cuatro años se me presentó, como miembro que era, en la Comisión. Y tras hablar el ministro pidió la palabra. No se la di ya que en el sistema parlamentario funcionan los grupos con sus portavoces. Seguramente en tiempos del franquismo se daría la palabra en función de quién era el que la pedía, pero así no funciona en democracia. E insistió. Al lado mío tenía al letrado que me comentó si no había visto como el Sr. Fraga me pedía la palabra. Le dije que sí, pero que ese señor nos había tenido cuarenta sin ella y que le había llegado el momento de que pagara la factura. Al letrado casi le da un soponcio, pero tanto insistió que al final, y después de hablar todos los demás, se la di. El viejo dinosaurio le espetó al ministro que como decía D. Juan de Borbón había que ir a la cuestión y no andarse por las ramas. Al letrado, por bajines, le comenté que seguramente D. Juan de Borbón en lugar de decir eso de la cuestión tendría más bien por costumbre de decir en Estoril que había que ir al whisky, donde era conocido por el duro trabajo de pasarse sesenta años esperando su oportunidad para que al final le madrugara el hijo en conchabeo con el dictador. Hoy nos dicen que Fraga lo deja. La democracia no pierde nada. Sus últimas intervenciones eran gruñidos y recuerdo una, terrible, contestando al portavoz del Bloque gallego que le dijo que no entendía como una persona que había sido presidente de la Xunta de Galicia iba a votar que no se permitiese utilizar el gallego en el Senado. Pidió la palabra y despectivamente le dijo a Bouza que no le diera clases de nada. Agur Fraga! Iñaki Anasagasti © humorenlared.com |
Pincha aquí para ir a otras columnas de Iñaki Anasagasti
Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados