Puños Fuera: Octubre
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| Noviembre para casi todo el mundo, octubre para algunos otros. Hace casi un siglo, los diez días que estremecieron el mundo, como acuñara John Reed, estallaban contra todo pronóstico. La revolución de octubre tomaba cuerpo en noviembre, y asaltaba el Palacio de Invierno para el 8, dando lugar a una oleada de esperanzas insurreccionales que haría tambalear el viejo orden. Pese a ser inmediatamente abolido por las nuevas autoridades el antiguo calendario ruso, símbolo del atraso patrio, el planeta recordaría siempre el octubre rojo que impuso la hora de quienes nada esperan. A día de hoy, la senda hacia el Palacio de Invierno resulta tan imprecisa como improbable. Desconocemos su ubicación exacta, desconfiamos si la torta nos valdrá un pan. Atrapados en una tempestad de incertidumbres, nos atamos al mástil de la nave para, como Ulises, no dejarnos seducir por unos cantos de sirena que nos arrastran hacia el delirio de la ruptura con esta vida de miserable abundancia. Porque en el frenopático que nos recluye resuena, machacón, el run-run de la revuelta. Sin previsiones, ni hojas de ruta; tan sólo Don Vito: Mañana hará el tiempo que a mí me dé la gana. Jtxo Estebaranz © humorenlared.com |
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