diciembre 8, 2011

Mens Insana: Sectas S.A

Conozco gente que ha coqueteado con las sectas. Algunos llevan décadas enganchados y no tienen la menor consciencia de ello. Una adicción como otra cualquiera. Y detrás el camello: personas cuyo negocio se basa en alienar a otros. Ellos prefieren llamarlo fe, espiritualidad, filosofía de vida… En cualquier caso, qué necesidad tendrán los asuntos del espíritu de gran capital.

Hay sectas en las que para ingresar uno debe, entre otras cosas, entregar todos sus bienes a la organización. Ésta considera conveniente aislarse del entorno familiar por eso de agilizar trámites. En otras son menos de acumular pisos, coches, herencias y demás trastos, y con hacer donaciones periódicas es suficiente. Me pregunto si quien lo ha planteado así ha recibido asesoramiento divino o espiritual, ¡Porque en ese caso quién sería yo para cuestionar al más allá! Corren buenos tiempos para el negocio de las sectas (¿S.L?, ¿S.A?). Miedo, soledad, incertidumbre… Son el cóctel perfecto para engordar plantilla. También me pregunto qué tipo de argumentos manejan esos grandes y pequeños traficantes devotos que consideran incompatible trabajo y fe. Así como creer y ser libre.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

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