Península Histérica: Rajoy
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| El día que Rajoy anunciaba en su debate de investidura un nuevo recorte de 16.500 millones de euros, las farmacias valencianas cerraban por impagos del gobierno autonómico. Era el reflejo real del choque entre un discurso teórico absurdo y la cruda realidad. Que una economía agónica reciba este tipo de cuidados, es como dejar dormir a la intemperie en pleno invierno a un enfermo de pulmonía. Y todas las recetas anunciadas por Rajoy adolecen de la misma falta de lógica. Millones en recortes que nadie sabe dónde se aplicarán. Aumento de jornadas laborales con 5 millones de parados. Traslado de festivos a los lunes en un país que malvive del turismo y en el que los convenios se rigen por las horas trabajadas a lo largo del año. Decidir que las únicas plantillas públicas a reforzar sean las de los cuerpos de seguridad, al parecer más importantes que médicos y profesorado, indica cuál es el futuro del negocio. Minitrabajos para jóvenes mientras el coste de la vida se dispara. Y, eso sí, revalorizar las pensiones, decisión loable, es apostar, como todos los gobiernos desde la transición, por los sectores más envejecidos de la población como granero de votos del poder. Y la gran ausencia: ni una sola referencia al fraude fiscal. Miguel Fernández © humorenlared.com |
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