octubre 14, 2012

Gora Euskadi: Chasco pedagógico

El titular de la noticia me sobrecoge, me acongoja, me sulibeya. A estas alturas uno debería estar curado de espantos, tendría que haberlo visto todo por esos periódicos de dios. Pero algunas noticias todavía son capaces de generar sorpresa. O al menos prometen hacerlo, como la que nos ocupa. En medio de este clima irrespirable de crisis económica y desesperanza generalizada (sobre todo en la presidencia de la Comunidad de Madrid), rodeados de informaciones sobre la suspensión de ayudas sociales a varios miles de personas por fraude, sumergidos, según los medios, en una espiral de picaresca, trapacería y pillaje, el titular se las trae.
“Lecciones para librarse de una multa”. Hasta ahora había visto anuncios de gestorías que prometen librarnos de multas por una módica cantidad. Pero jamás había oído hablar de cursos para aprender a evitarlas. La entradilla del artículo habla de talleres. De esquivar sanciones de 150 euros por consumo de drogas y alcohol. En una ojeada rápida identifico la frase “formar resulta siempre más útil que sancionar”. Antes de proseguir con la lectura, mi imaginación ya vuela alto. Vislumbro ciclos formativos para engañar a la policía. Clases sobre dobles fondos y tácticas de camuflaje y ocultación. Temarios que incluyen Sistemas de alerta y Puestos avanzados entre grupos de botelloneros. Personal docente que enseña a decir con convicción “No es mío, se lo sujetaba a un amigo”.
Según avanza el artículo me doy cuenta de que, una vez más, me he dejado llevar por el entusiasmo. Que me encuentro ante un ejemplo claro de publicidad engañosa. Que en realidad de lo que se habla es de cursos a los que asisten los ya sancionados para librarse de las multas. Solo un 80%, eso sí. Será que al 20% restante le sobra el dinero. O coherencia y perseverancia en el cultivo de su afición. E incluso, tal vez, de otras cosas.
Ya me extrañaba a mí que la pedagogía para la desobediencia civil estuviera reglada.

Héctor Sánchez © humorenlared.com

 

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