Cómo se hace: ¿Cómo se hace un túnel?
De acuerdo con la definición canónica, un túnel es una obra subterránea de carácter lineal, cuyo objeto es la comunicación de dos puntos, para realizar el transporte de personas, materiales entre otras cosas, generalmente artificial. Los túneles vienen construyéndose desde los albores de la humanidad, cuando ya los antiguos cromañones abrián pasos subterráneos para evitar cruzar las praderas de circunvalación abarrotadas de mamuts en hora punta. Existen varios métodos para construír túneles y una gran variedad de técnicas, herramientas y maquinaria, en función del presupuesto del que disponga el constructor, el grado de sadismo de los contratistas, el tiempo del que se disponga o la importancia que se le dé a la integridad física de los operarios implicados. Los túneles pueden excavarse desde arriba, utilizando el método “cut and cover”, que consiste en cortar una pequeña zanja superficial a lo largo del recorrido del túnel, sembrar la zanja con minas anticarro de gran potencia, cubrirse detrás de un muro de hormigón resistente (y alejado de la zona del trazado) y detonar las minas. Es el sistema más utilizado para la perforación de vías de metro en entornos urbanos. El dinero que la empresa constructora emplea en pagar indemnizaciones a las víctimas civiles lo ahorra en tiempo y en pagar a cargantes ingenieros y geólogos que siempre están hablando de muros de contención y tonterías sobre geofísica de esa. Otro método muy popular, especialmente cuando se trata de perforar montañas para que las atraviesen autopistas o pistas de aterrizaje, es la utilización de tuneladoras. Estas grandes máquinas de cabeza perforadora de hasta 15 metros de diámetro pueden conducirlas poligoneros hasta las cejas de speed de baratillo o chimpancés amaestrados (en el segundo caso lo del speed es opcional) en función de la prisa que se tenga. Hacia finales de los años 80 se realizarón pruebas de ingeniería genética cuyo objetivo era la reproducción de una raza de topos mutantes del tamaño de un elefante adulto, que, convenientemente amaestrados, podrían realizar labores de excavación a gran escala. Sin embargo los primeros topos – prototipo desarrollaron cierta propensión a la actividad sindical, por lo que tuvieron que ser sacrificados y el proyecto abandonado. © humorenlared.com |
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