Flims: Tipos legales
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 Que Al Pacino, Christopher Walken y Alan Arkin aparezcan juntos en una película ya es motivo suficiente para ir a ver Tipos legales. Si encima la trama va sobre delincuentes entrados en años con problemas de erección e insuficiencia pulmonar, la cosa se pone aún más interesante. Y si además añadimos que la historia es una juerga nostálgica contrarreloj, entonces ya no hay excusa. La película viene a contar la salida de la cárcel de Val (Pacino) después de 28 años, por el asesinato del hijo de Claphands, un mafioso local. Su compañero de fechorías, Doc (Walken), le recoge para llevárselo al burdel, como mandan los cánones del cine de gángsters. Lo que no sabe Val, pero intuye rápidamente, es que Doc tiene orden de apuntar a su antiguo socio en la lista de los que van a dejar de fumar. Es decir, de liquidarlo por orden del mafioso y desconsolado padre.Afición por los tríos Aunque han pasado casi tres décadas a Claphands le entra la prisa, así que Doc dispone de menos de un día para correrse la última juerga con su camarada antes de darle boleto. Y, como en un gangbang, donde caben dos caben tres, se une a la fiesta Hirsch (Arkin), su antiguo chófer, ahora enganchado de por vida a una bombona de oxígeno. Nada nuevo bajo el sol. Tal vez lo más original del film sea que su director es Fisher Stevens, el alivio cómico y étnico de Cortocircuito y su secuela. Curriculazo. LO MEJOR Ver a las tres viejas glorias seguir la estela marcada por Space Cowboys y Red. Todo muy rollo crepuscular. LO PEOR La escena de la sobredosis de Viagra y las exageradas tumefaciones que eso genera en Pacino. Más quisiera. Horacio Sandoval © humorenlared.com |
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