julio 28, 2013

Debajo de la Palmera: Un adiós por la puerta de atrás

columna_anasagasti_cabecera_gr
¿En qué familia no hay una tía que tenga sus problemillas con Hacienda, un padre ligero de cascos al que le parezca una hija ilegítima, un hijo introvertido del que se dude sobre sus capacidades para hacerse cargo del negocio familiar o un hermano metepatas que enerve a los que le rodean haga lo que haga? El problema llega cuando la tía en cuestión es la viuda del anterior rey, el padre ocupa la jefatura del Estado desde hace 20 años, y el hijo está a punto de subir al trono. Si además los apaños fiscales de la anciana reina enfurecen al Gobierno hasta hacerle modificar la ley de financiación de la familia real, es cuando se empieza a calibrar la magnitud del terremoto que ha vivido la monarquía belga en los últimos meses. Muchos ciudadanos consideran que Alberto II, que abdicó recientemente, ha sido un rey mejor de lo que esperaban cuando hace 20 años sustituyó inesperadamente a su hermano, el querido Balduino.

En menos de un año Bélgica celebrará unas elecciones de resultado incierto. ”Fue un shock comprobar que la Reina tenía una fundación ultraconservadora que servía para que sus descendientes pagaran menos impuestos. Hoy por hoy, el mayor peligro de la monarquía belga pueden ser sus propios miembros”, asegura desde su despacho el diputado socialista Christophe Lacroix. “Es cierto que la familia ha pasado por una tempestad. Pero no se puede comparar con los problemas que, por ejemplo, tiene la Casa Real española”, matiza el periodista de La libre Belgique, Christian Laporte. A los Borbones de casa ya los han calado. Los problemas comenzaron a principios de año, cuando se comenzó a hablar de la fundación creada por la hasta entonces muy popular Reina Fabiola para que sus sobrinos pudieran heredar sus bienes sin pasar por el fisco. El primer ministro, el socialista francófono Elio di Rupo, reconoció en público su “profundo malestar”. Pese a tratarse de un instrumento legal, muchos belgas reclamaban a la anciana una actitud más ética y estética.

“Estoy profundamente afectada por las incomprensiones y reacciones tan negativas”, aseguró la muy religiosa Fabiola en el comunicado en el que anunciaba su renuncia a la fundación. Pero esta decisión no impidió que el Gobierno sacara del congelador la reforma para reducir el dinero público que recibe la familia real y obligarles a pagar impuestos. La española que en 1960 se casó con Balduino logró algo que parecía imposible en un país dividido en dos: poner de acuerdo a ocho partidos (francófonos y flamencos; de izquierdas y derechas) para impulsar un cambio que políticos y periodistas consideran histórico.
La más afectada fue la propia viuda de Balduino: de embolsarse el año pasado 1.4 millones de euros pasará a 461,000. Los hermanos del futuro monarca, Lorenzo y Astrid, se salvaron de perder sus más de 300,000 euros anuales, pero serán los últimos príncipes no herederos que puedan vivir sin trabajar. Además, toda la familia, excepto el rey, empezará a pagar impuestos. Todos los partidos estaban de acuerdo en recortar los gastos de la familia que encarna la unidad del país, pero cada uno por motivos distintos. Los nacionalistas flamencos aprueban la reforma para quitarse de en medio al rey como medio de acabar con Bélgica.

El rey abdicante insinuó sus infidelidades en el discurso que dirigió a la nación en la Navidad de 1999, cuando mencionó los problemas por los que había pasado su matrimonio. Hace años que se sabía que había tenido una niña con la baronesa Sybille de Selys Longchamps. Pero la hija ilegítima, Delphine Boël, ha reaparecido ahora para reclamar una prueba de paternidad. Serán sus supuestos hermanos los que se sometan a la prueba de ADN, ya que Alberto II, como rey, goza de inmunidad. Por si esto fuera poco, el hijo menor de los reyes, Lorenzo, ha vuelto a soliviantar los ánimos. Invitado por una ONG defensora del medio ambiente, viajó a Israel para participar en un proyecto de plantación de árboles. Hasta aquí, nada extraordinario. Pero varias asociaciones de derechos humanos protestaron porque la supuesta organización benéfica tiene tintes sionistas y se ocupa de reforestar territorios palestinos. Llueve sobre mojado porque Lorenzo -además de ser acusado de maltrato por su exnovia o de montar escándalos en los aviones para viajar en business- ya enfureció al Gobierno y a la Casa Real el año pasado por viajar sin permiso a Congo. En esta ocasión, el ministro de Asuntos Exteriores sí que había autorizado la excursión a Oriente Medio.
En fin. Que ante lo que pasa en Bélgica, Juan Carlos el Campechano, se ha puesto las pilas y Felipe y Letizia, ¡a esperar!.

Iñaki Anasagasti © humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Iñaki Anasagasti

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados