Oreja a la Plancha: Ruido rosa
![]() |
|
En una escena teatral que vi hace poco, sonaba un breve y muy suave fragmento de música clásica y acto seguido otro del más crudo death metal. Se buscaba así un contraste cómico, y vaya si funcionaba. Hay que ver lo diferente que llega a ser lo uno de lo otro, y no es solo evolución de siglos: en los últimos treinta años el nivel de burricie musical ha subido de forma exponencial hasta niveles insospechados, ayudado además por los medios actuales de grabación y reproducción, que no dejan títere con cabeza. La música más bestia cada vez se parece más al ruido rosa. No porque sea buena o mala, agresiva o lo que quiera ser, simplemente porque cada vez llena más el espacio sonoro; está ya muy cerca de ocuparlo por completo y ser lo que dicho ruido: una emisión de todas la posibilidades a la vez, un soplido horroroso. Mooola, que diría Bart.
Tanto contraste da que pensar en la cantidad de estilos que hay entre estos dos extremos. Si nos quitamos las orejeras que nos hacen despreciar géneros completos, (o incluso con ellas), en cada esquina nos espera una maravilla. A ver qué pinchamos hoy, a ver qué le damos a la oreja. |
Pincha aquí para ir a otras columnas de Juan Abarca
Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados