Butaca de Gallinero: ¿Todo vale?
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| Existen dos tendencias que las grandes productoras se niegan a abandonar. Una es la de reproducir la tendencia hasta dejarla más seca que el sobaco de una momia. La otra es introducir cualquier cambio en la obra de referencia (la tercera tendencia sería lo de tirar de fondo de armario, pero ya me he extendido mucho con el asunto de las adaptaciones) que se considere oportuno con tal de acercar la trama al espectador occidental(izado) medio, ya de por si poco amigo de agotadores ejercicios intelectuales que le obliguen a recalibrar sus referentes culturales más carpetovetónicos. Es decir, que si lo que da dinero es la épica testosterónica (El Hobbit, 300, Avatar…) se sigue tirando de la épica. Y si el material del que partimos es demasiado críptico, se le lobotomiza un poco para adaptarlo al gusto del consumidor. Y tira millas.
Solo que a lo mejor La leyenda del samurái (47 Ronin) ha apurado demasiado la frenada. Y lo que iba a ser El Señor de los Anillos con katanas, convenientemente desniponizado (que estos japoneses son muy rollistas y a la chavalada le gustan los ogros infográficos y que el protagonista parezca de Milwaukee) se ha convertido en uno de los más graves y peligrosos fiascos de Universal. Va a ser que a la granja de las gallinas de los huevos de oro ha llegado la gripe aviar. |
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