marzo 30, 2014

Oreja a la Plancha: Paco de Lucía

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Me había prometido no dar más la vara con obituarios, pero a punto de agarrar las teclas me entero de la muerte de uno de los más grandes músicos que he escuchado nunca, y ha habido que hacer una excepción. Va a ser difícil asumir la falta de semejante inventor, cuya musicalidad era tan enorme que llegaba a eclipsar una técnica estratosférica, inalcanzable, y cuya aportación trasciende por completo el género al que estaba tan claramente anclada.
No sé qué es lo que hace que nos fijemos tan de golpe en alguien cuando nos deja, posiblemente sea la conciencia de nuestro propio destino, pero las falsetas brillantes, espectaculares, que este grande contrapeaba desde muy joven con el vozarrón de Camarón (o de otros cantaores) llevan grabadas desde finales de los 60 del siglo pasado;
podemos revisitarlas ahora o en cualquier otro momento. Nada podrá ya oscurecerlas o relegarlas al olvido. Su autor pasa, con su obra completa, al olimpo de los elegidos y punto. A los libros de historia, junto a los más inmensos. No es cuestión de tópicos, de decir lo que “toca decir”, es justicia natural. Descanse en paz, maestro.

Juan Abarca © humorenlared.com

 

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