Butaca de Gallinero: Mitos rancios
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| No me imagino a Martin Scorsese, allá por 1991, frotándose las manos durante el rodaje de El Cabo del Miedo, pensando en la pasta que iba a ganar y en lo que iba a disfrutar destrozando el mito de los fans de El Cabo del Terror de J. Lee Thompson. Sin embargo sí me imagino a los productores de la nueva versión de Robocop haciendo lo propio. No quiero echarle la culpa a José Padilha. Él únicamente es el brazo ejecutor de unos ejecutivos que solo han visto en el talento del brasileño, responsable de las dos apabullantes entregas de Tropa de Élite, un vehículo para ganar muchos dólares con una entrega remozada de las aventuras del policía cibernético. Misma violencia hiperbólica pero sin la ironía de Verhoeven. Encima la película ni si quiera es mala del todo. Mediocre. Ramplona. Lo peor que le puede pasar a una película. No me sorprende. Lo mismo pasó hace dos años con Desafío Total. A los grandes mitos del cine palomitero de los 80 y 90 se les pasa por un tamiz de trascendencia pretendida y efectos especiales de nueva generación con la esperanza de repetir los éxitos del pasado. Pero como dice la letra pequeña de las cláusulas de los productos financieros, rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Espero impaciente una nueva versión de Los Goonies con Angus T. Jones y Chloë Grace Moretz. Sloth se parecería al Efialtes de 300, claro. Roberto Aguirre © humorenlared.com |
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