julio 7, 2014

Oreja a la Plancha: Franco strikes back

columna_jabarca_cabecera_gr
Muchos años poniendo en las canciones justo lo que me ha ido dando la gana en cada ocasión. La mayor censura es la autoimpuesta, pero la mía, aunque está ahí (lo juro) en ocasiones parece pecar de ligera. Hay ejemplos bastante sangrantes de esto, y más de una vez me ha dicho algún amigo o conocido que me había pasado un huevo con tal o cual letra, que si no temía las consecuencias, a lo que yo siempre he respondido que no. Que me siento en una especie de limbo.

Me lo tengo que hacer mirar… Por supuesto que al no ser una persona demasiado conocida o influyente es más probable que se me deje en paz y diga lo que quiera, pero asusta ver lo que pasa ahí fuera cada dos por tres. La reciente fuga de cerebros en la revista El Jueves, claro pilar de la libertad de expresión en papel (esté uno de acuerdo o no con cada uno de los contenidos) da una idea de hasta qué punto se están poniendo en tela de juicio algunos de los derechos más básicos. Parecía que esto de la libertad artística total era algo sólido, pero no lo es. Hay que mimarlo, cuidarlo, conservarlo. No necesariamente para decir burradas, claro, sino para poder decirlas. Para decir lo que nos salga de la penca y ya está.

Juan Abarca © humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Juan Abarca

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados