Oreja a la Plancha: Silbemos
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| La que te pone la barra de pan, el que te intenta vender un coche en el concesionario, la que te atiende en la tienda de ropa, el que barre tu calle, el telefonista, el que te vende un helado y el que limpia los cristales de tu sucursal bancaria en muchos casos son músicos de mucho nivel que, por el bien de todos, deberían disponer del grueso de su tiempo para tocar, estudiar, componer y pensar en música. Viviendo de ello, claro, en base a unos resultados en forma de un buen repertorio, un buen disco o un espectáculo bien preparado.
Ya sé que hablo de gente que al menos tiene un trabajo, aunque no corresponda a su titulación (¿qué mierdas importa eso al estómago, al fin y al cabo?) y que hay problemas mucho más graves que atender. Pero se van a resolver, o no, sin la banda sonora que merece nuestra vida. Sin ninguna, o peor aún: con la única ayuda de la bazofia que nos escupe sin piedad el grueso de las principales emisoras de radio o el hilo musical del híper, que es más o menos la misma. A la hora de arreglar las cosas no ayuda nada volvernos más y más burros. Se está malogrando una generación entera, y éste es un factor añadido. Silbemos al menos melodías chulas, que aún tenemos boca. |
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