octubre 27, 2014

Oreja a la Plancha: Porque a mí me atormenta…

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Hace poco tuve la suerte y el gustazo de “pinchar” lo que quisiera en la radio pública durante una hora. Arranqué con una canción que estuvo sonando en todas partes cuando tenía unos diez años, Tu frialdad, de Triana: una hermosa letanía, bella pero a la vez decadente y fantasmagórica, que me persiguió de niño. Me esperaba agazapada en el coche de mi padre, en la radio que sonaba en cualquier tienda por cuyo lado pasara, en cualquier sitio. Más bien la perseguía yo, y esperaba con ansiedad el momento de volver a cruzármela, porque me tenía hipnotizado. En su momento cumbre, la canción decía “me atormenta en el alma tu frialdad”.
El protocolo, el sistema con el que en esa ocasión taladraron para bien a aquel niño que fui, se llamaba y se llama radiofórmula, y como ya sabemos está íntimamente relacionado con Don Dinero. Pero allí cabían expresiones como “atormentar el alma”. ¿Os imagináis ahora? Quizá metan a veces una frase medio parecida, pero de pasada, mientras el o la cantante enseñan ombligo o cacha para distraer. Y mezclada con otras que sugieran frotamiento de cebolleta, desamor light, tuneo de Ibiza o cogorza party. Vamos hacia atrás, ¡bien!

Juan Abarca © humorenlared.com

 

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