febrero 23, 2016

Butaca de Gallinero: Desolación

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Tras el veredicto de los Globos de Oro uno llega a la conclusión de que esto ya no es lo que era. Será la edad, pero es que el panorama se me antoja un tanto desolador. No deja de ser frustrante que la mejor película del año, parece que por consenso aunque el jurado de los Globos no ha opinado lo mismo, sea una película de tortas, persecuciones, disparos y menos diálogo que un debate entre Ylenia y Makoke. Y no deja de ser más significativo que su director (hablamos de Mad Max por si algún lector sigue en babia), George Miller, pertenezca a la vieja escuela, con 70 tacos cumplidos.

El éxito de crítica y público de El Despertar de la Fuerza viene a confirmar que el espectador no quiere películas sesudas. Quiere que le cuenten una y otra vez lo mismo de siempre. No quiere que le revienten la cabeza con moderneces como las que destilaba en los 90 un Atom Egoyan o un Hal Hartley. A lo más que se suele llegar es a dejarse obnuvilar por la metafísica barata de Interstellar, con más agujeros que un gruyer ante un pelotón de fusilamiento. Pero es lo que hay. Para reflexionar ya están las películas europeas. Esas que casi nadie ve y que, si rascamos la superficie, tampoco es que vayan redescubriendo la rueda últimamente. Pues nada. Que adapten La Crítica de la Razón Pura, a ver qué sale.

Roberto Aguirre © humorenlared.com

 

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