Butaca de Gallinero: Escándalos
Uno es perro viejo. O carne de teoría conspiratoria. Me da igual. El caso es que empiezo a oler a chamusquina en todos y cada uno de los aspectos de mi vida. Y en el mundo del espectáculo principalmente. Ya no creo en la casualidad. Y me empieza a llamar la atención que los certámenes y las ceremonias de entregas de premios trasciendan más por la anécdota y el escándalo que por la razón principal por la que se celebran. Así, la ceremonia de los Emmy será recordada por la cara de asco que le puso Di Caprio a Lady Gaga. La de los Goya, por el martirio mediático al que fue sometido su maestro de ceremonias, Dani Rovira, que acabó más quemado que el motor de un 600 de segunda mano. Por no hablar del tradicional rifirafe de Kanye West y Taylor Swift en los Grammy, pero no le voy a pisar la competencia al señor Trilobite. En el momento en que escribo estas líneas aún no se han celebrado los Oscars, pero la polémica sobre el racismo inherente en la ausencia de nominaciones de afroamericanos en las categorías superiores aún colea. (Más…) |