marzo 19, 2016

Mens Insana: El grito

Hace algunos días me quedé helada. Estaba en una cafetería acompañada de mi abuela y una amiga cuando, a propósito de mi galga, una amable y respetuosa señora comenzó a hablarnos desde la mesa de al lado. Era una mujer educada y elegante que, de repente, se desnudó. Era evidente que necesitaba arrancarse su historia de las entrañas… Mi hijo tiene síndrome de Down y se están aprovechando de él al sitio al que acude diariamente. Trabaja jornadas enteras por un sueldo de auténtica miseria mientras los responsables se cuelgan medallas. Actúan como si nos estuvieran haciendo un favor. Y gracias a mi chico, y a muchos otros como él, están ganando muchísimo dinero. Además, han mezclado a estos chicos con otros que padecen de graves problemas, y esto estaba afectando psicológicamente a mi hijo. Se está hundiendo…

La mujer se sentía tan herida, tan derrotada, tan frustrada y enfadada… sentía que no había nada que hacer. Porque los que están al mando son gente muy poderosa. Y ella necesitaba gritarlo alto y claro al viento confiando en que así llegue a todo el mundo y de alguna manera se arregle. Y quizá un día el eco le susurre, para responderle, que nunca debemos darnos por vencidos.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

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