abril 21, 2016

Mens Insana: Homo perfectus

La eterna paradoja de la gente petada de defectos que requiere un perro perfecto. La capacidad para desconcertar de nuestros camaradas de especie es ilimitada. No son perfectos, tampoco tienen hijos perfectos ni casas perfectas ni trabajos perfectos, pero requieren que su futuro animal adoptado sea PERFECTO. Este tipo de personas a veces es difícil de desenmascarar porque recurre al despiste para simular ser lo contrario de lo que son.
Pero hasta los más torpes en estos menesteres, más tarde que temprano, nos damos cuenta. Gente que realmente no sabe ni lo que quiere. O como dicen los británicos, “deluded”, que viene a ser “viviendo en tu película”. Estas personas nunca deberían adoptar porque las oposiciones que tiene que superar el animal son más chungas que las de notario. Uno debería pensar que cuando adopta está dando una oportunidad a un ser vivo que seguramente no ha tenido una vida ni fácil ni feliz. Lo mismo que los niños no se adoptan por catálogo, los animales tampoco deberían. Y lo mismo que un hijo no se devuelve como si fuera una camiseta, un perro tampoco. Quizá algún día lo lleguen a entender pero, ¡JA!, ¡creo que eso sí que sería pedir demasiado!

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Sheila Blázquez

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados