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En los últimos meses veo a los grandes medios de comunicación y a sus intelectuales en nomina muy preocupados por “el populismo” y “la demagogia”. Por el contrario es difícil leer reflexiones sobre la regresión social que en los últimos 15 ó 20 años ha reducido a las clases medias a ceniza y sumido aún más en la pobreza a las clases bajas.
Aún así recientemente leía que jornaleros itinerantes en el valle del Guadalquivir trabajan 10 horas al día por 2,5 la hora. Desplazan a los jornaleros autóctonos que aspiran a sumar las peonadas necesarias para cobrar el humilde PER. La industria del acero desaparece en Europa y deja en la calle a miles de personas. En frente de mi casa desde hace meses duerme una persona bajo el soportal de un garaje. Son cosas que no ocurrían antes.
A la par, nos enteramos que políticos, intelectuales y deportistas de todo el planeta utilizan las amplias posibilidades legales que ofrece un país de Centroamérica para evadir impuestos sin ápice de vergüenza.
¿A quién le puede sorprender que prenda el populismo?
Miguel Fernández © humorenlared.com |
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