junio 23, 2016

Mens Insana: Fritanga

No hay nada como la playa en verano para disfrutar. Bucear en el agua de mar y permanecer a remojo sumergida como un submarino de guerra son lo más. Es una pena que, año tras año, la estampa se vea arruinada por la cantidad de basura y por las gentes que, sin medida, colonizan las costas a base de dudosa educación. Las playas son auténticos bazares chatarra que evidencian que la calidad del personal cotiza a la baja. Si los canes hablaran, el aire zumbaría con sus protestas. En ninguna playa de las que tiene Donostia está permitido llevar a tu perro.
La temporada estival los destierra y relega al ostracismo. Aún más, si cabe. La higiene es el pretexto principal, pero pocos pegan un puñetazo sobre la mesa y se quejan contra la falta de limpieza y consideración de los humanos. Y todos son bienvenidos en nuestras playas. Hasta los manguis. Buitres que en verano rondan incansables entre sus víctimas playeras. Qué bonita postal. Por suerte los amantes de los perros conocemos lugares mágicos y olvidados donde el verano puede ser aún mejor. Lejos del overbooking, del jaleo y de las playas hormiguero. Quienes sean más de vertederos fritos lo tienen muy fácil. Feliz verano a quienes se lo hayan currado. Y siempre por la sombra.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

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