La temporada de caza ya ha comenzado. Con ella también el sufrimiento de miles de perros que realmente no importan a ningún político, ya que los guiños que éstos hacen pretenden únicamente arañar votos. Pobres de aquellos animales que no satisfagan las expectativas de sus amos… La mayoría sólo conoce el lenguaje de la violencia. Muchos quedarán por el camino. Otros miles serán abandonados como basura en febrero del año que viene. Los que no terminen sus últimas semanas sumidos en una horrible agonía mientras se pudren en algún agujero puede que se crucen con personas que les ayuden a tener una vida digna. Pero la gran mayoría no correrá esa suerte. Todos los años la misma peste…
No obstante, las protectoras no están abarrotadas sólo de estos casos. Hay una gran cantidad de falsos amantes de los animales que a la mínima incomodidad se sacuden «el bicho» con una naturalidad pasmosa. De hecho se podría escribir un libro que recogiera todo el repertorio de excusas. Abandonar al perro «porque se tira pedos», literalmente, podría ser una de las ganadoras del ránking. Esta columna va dedicada a todas esas personas que junto con los aficionados a la caza y las carreras de galgos contribuyen a crear un mundo más asqueroso en el que vivir. Gracias.

Sheila Blázquez © humorenlared.com