Gora Euskadi: La cura del bienestar
Existe una película, titulada Vive como quieras, en la que una familia, perfectamente armoniosa y bien avenida (hablamos de cine, no lo olviden), desafía a una mastodóntica empresa que pretende comprarles su casa para construir una fábrica de armamento, sin éxito. Esta circunstancia, prolegómeno de muchos episodios clónicos de El Equipo A, es lo de menos. Lo subversivo del film es que en esa familia todos hacen lo que les sale de sus reales gónadas. Unos inventan cajas musicales, otras escriben infumables folletines de misterio, otros fabrican fuegos artificiales en el sótano. Y lo venden, claro. Porque serán subversivos pero no imbéciles. Y todo esto sin mostrar demasiado amedrento ante las figuras de autoridad, a menudo desorientadas ante tanto libre albedrío, tanta insumisión y tanta anarquía, que no caos. Lo más desopilante es que el autor de tan incendiaria soflama (que se permite hacer chanza con la revolución de los soviets) es Frank Capra y su año de estreno 1938. Gente humilde, feliz con lo que tiene, pero no por resignación sino por decisión propia, en un mundo que estaba a punto de irse a la mierda en cohete. O en cazabombardero. (Más…) |