diciembre 27, 2017

Puños fuera: BASC

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El hecho diferencial vasco existe. Aunque los pantanos más allá del Ebro estén en los mínimos que fuerza el cambio climático y sobre las grandes urbes haya tal casco tóxico que se proceda en algunas a una tímida regulación automovilística, los embalses vascos se mantienen con cantidades aceptables y las corrientes de aire barren hacia el Cantábrico los correspondientes gases. Todo va bien, o al menos como siempre; lo suficiente como para no forzar cuestionarse la letalidad de un sistema agotado.

Por activa y por pasiva, la radiografía autóctona arroja todavía un considerable 40% con ingresos superiores a los dos mil euros mensuales. Un cupo de garantizados que mantiene una paz social en la que el naufragio mayoritario se tapa con el tocomocho de la democracia representativa. Una clase privilegiada denominada aún “media” y que cambia el acrónimo de los beneficiarios del imperio, los WASP, por su BASC (Basko, Atheltic o real Sociedad, Clase media), y que impone como norma la de un mundo del que sólo participan ellos. Es hora de plantar cara labrando alianzas que, con los pies en la tierra, impongan cerco a esta normalidad, falsa, tóxica y excluyente.

Jtxo Estebaranz©humorenlared.com

 

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