EL KARMA: Tras el lanzamiento de su nuevo disco Quién pudriera la banda Mamá Ladilla se encuentra en plena gira homónima. Lleváis en el negocio casi un cuarto de siglo. ¿Notáis alguna diferencia en el público que acude a vuestros conciertos con respecto a cuando empezasteis?
Juan: A la paz de dios. Pues sí, hay varias diferencias: al principio se veían algunas crestas y ahora es más raro, venían menos mujeres y ahora más, y además como nuestra actividad ya es cosa de más de veinte años se ve más diversidad de edades que nunca. Supongo que poco a poco se ha ido relajando la parte que el grupo tiene de cabreo y se ha potenciado más la fiesta y la risión, y eso se refleja en la gente que acude, así en general.
E.K.: ¿Creéis que hace falta más humor en el panorama musical actual? ¿Se toman los indies demasiado en serio a sí mismos, tal vez?
J.: Buf, algunos sí bajo mi punto de vista. Pero bueno, eso es problema de ellos, supongo que están preocupados porque no han encontrado aún el Arca Perdida.
Abel: Hace falta más humor en general, estamos en un momento en el que hacer humor es más difícil que nunca, parece que sentirse ofendido es una nueva moda como lo fueron los pantalones de campana.
E.K.: Quién pudriera, Un bis y a la cama, Jamón Beibe, Analfabada… Habéis hecho del juego de palabras una necesidad a la hora de titular vuestros trabajos. ¿Lo seguís haciendo por gusto o ya es obligación?
J.: Se ha ido convirtiendo un poco en obligación, pero sigue siendo un gustazo. Cuando damos con alguno que nos hace especialmente gracia vale bastante la pena, y con los nombres de las giras a veces igual. Si no fuera por estos raticos y los del váter…
E.K.:¿Están Les Luthiers entre vuestras influencias directas?
J.: En mi caso son una influencia enorme, grabada a fuego, aunque los campos son tan diferentes que supongo que no se notará mucho, o sólo indirectamente. ¿Qué podría asomar de ellos en un grupo de rock? No sé.
E.K.: Definid a Mamá Ladilla en 9 palabras.
J.: Definir a Mamá ladilla no es una empresa sencilla.
E.K.: En esta época en la que ha descendido la venta de discos, ¿es un alivio estar bregados en tocar en directo?
J.: Van pasando los años y van ocurriendo mil cosas con el mercado discográfico, con las crisis, las burbujas, la mayor o menor asistencia de la gente a conciertos, etc. Sin duda este grupo ha tenido momentos mejores o peores en cualquier sentido, incluida la sostenibilidad de la actividad. La pasta, vaya. Y si comparas las épocas de mayores ingresos con las peores, la diferencia es muy grande. Creo que lo importante es tener siempre un plan B cada músico para no depender en exceso de lo que ocurra con Mamá Ladilla. De esta manera el grupo genera más o menos «sueldo» pero se puede sentir siempre libre de movimientos pase lo que pase ahí fuera. Por eso, respondiendo (por fin) a tu pregunta, dentro de un orden nos resbala más o menos el número de discos que se vendan o de bolos que se hagan.
E.K.: ¿Cuál creéis que es mejor promoción para un cantante o una banda: 20 buenas críticas en revistas y blogs musicales o una cuña de 20 segundos en un anuncio en televisión (o una cabecera en una serie de éxito)?
J.: Lo primero me suena sostenible, y por lo tanto mejor; lo segundo me suena a misil que lanzas muy alto y al poco rato se da un hostión de puta madre contra el suelo.
A.: Yo creo que la mejor manera de promocionarse es hacer música en la que creas y encontrar tu hueco en el mundillo. Ambas opciones son buenas, pero no sirven si lo que promocionas no tiene un mínimo de calidad, al final el tiempo pone a cada cosa en su lugar.
Sergio: Personalmente creo que hay que ir pasito a pasito y cualquier tipo de promoción es buena mientras que se consiga el objetivo buscado, pero no hay que perder nunca lo importante que es disfrutar de tocar y hacer música y pasarlo teta. TODO LLEGA.
E.K.: ¿Qué grupo o solista (existente o ya disuelto, histórico, recién llegado…) os gustaría que os taloneara?
J.: Supongo que no es una errata. Si es así, que nos «taloneen» al portador por ejemplo Metallica, que manejan buenos fajos.
A.: Cualquiera menos una de Country americano, que esa gente lleva espuelas y el talonazo sería de aúpa…
S.: ¡¡Aquiles!!
E.K.: ¿Qué es lo último que hacéis antes de subir al escenario?
J.: Testamento.
A.: Mear, aunque no tenga ganas.
SERGIO: Escribir mi testamento con pis
E.K.: ¿Y lo primero al bajar?
J.: Cerveza.
A.: Yo una 0’0, soy la vergüenza del grupo…
S.: Que vergüenza Abel, yo Whisky, beberé por los dos.
E.K.: ¿Dónde disfrutáis más tocando, en un garito o en un macrofestival?
J.: En un garito. Aunque el macrofesti suele tener un nivel de «eficacia» grande. Llegas, te comes unos kikos, tocas un rato que suele ser más corto de lo normal, te piras y a lo mejor duermes en casa porque has tocado por la tarde. Puede llegar a ser muchísimo menos cansado, pero por lo demás es más frío, más irreal. Al menos para un grupo de este «tamaño».
E.K.: Grupos que escuchéis que no conozca nadie.
J.: Mercy Brown
A.: Hella, Ruins, Bach…
S.: Axe, Shaka ponk, Tina Guo
E.K.: ¿Qué disco (propio o ajeno) no podéis dejar de escuchar?
J.: Symphonies of Sickness, de Carcass.
A.: Amok, de Atom For Peace
S.: Rock America de Danger danger
E.K.: Un consejo para la juventud.
J.: No envejezcáis.
E.K.: Una frase para la historia.
J.: Nora, asomada: «¿No sacáis ropa por si acaso nadamos, Aarón?»
A.: “ …y de beber, albóndigas”.
S.: “Todo en esta vida tiene un principio y un final, menos el salchichón que tiene dos”.
© humorenlared.com |