marzo 24, 2020

Psico: Envidia estructural

La envidia es un sentimiento común en la psique humana. Su deriva en un trastorno del comportamiento viene de la gestión que el individuo haga de ella. “Que un sujeto envidie el ascenso de un compañero de trabajo es normal. El problema llega cuando esa persona decide invitar al ascendido a un fin de semana de puenting sin llevar ningún tipo de cuerda en el equipo”, comenta el doctor en psiquiatría Nikita Dealliesaspajas.
Algunas personas no sólo son incapaces de controlar sus impulsos envidiosos sino que estos dominan toda su vida. La envidia estructural puede deberse a muchas causas, como un complejo de inferioridad encubierto, una sociopatía en ciernes o un trauma infantil provocado por no haber recibido aquel pony prometido de pequeño y no haber podido iniciar aquel negocio de charcutería en la guardería.
Los envidiosos patológicos son incapaces de asumir los méritos propios y ajenos, dándose casos de doble personalidad en que los dos yos se ponen zancadillas, literalmente, para boicotear los logros alcanzados por el “otro”, generando importantes trastornos motores.
Las terapias de grupo, los electroshocks o las técnicas de recompensa-castigo con tuberías oxidadas parecen no ser muy eficaces. El sistema más utilizado para paliar los síntomas de este trastorno parecen ser los psicofármacos, siempre y cuando se administren las dosis cuando el sujeto se encuentra solo, ya que si se encuentra acompañado pronto empezará a quejarse y a preguntar con violencia por qué a la otra persona se le ha dado más orfidales y  haloperidoles que a él.

Dra. Luisa Bergara © humorenlared.com

 

¿Te has quedado con las ganas? Tienes más de 3.400 puntos de distribución de EL KARMA

Y si quieres la revista en tu casa todos los meses suscríbete