julio 22, 2020

Butaca de Gallinero: Rutinas

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El ser humano tiene una capacidad increíble para angustiarse ante los cambios (cosas del sedentarismo neolítico) pero pronto sentirse excitado ante las nuevas rutinas (cosas del culoinquietismo paleolítico). Y eso lo sabían tanto la Universal como las cadenas de cines norteamericanas. Cuando en pleno cogollo del Confinamiento, allá por abril, la productora decidió pasarse por el arco del triunfo las «ventanas de distribucion» y estrenar en plataformas Trolls 2 sin pasar por salas, los exhibidores estadounidenses se le echaron encima. No les escocía la pérdida de recaudación, les acongojaba el precedente.

Pasadas las semanas y los meses, vamos abrazando la Nueva Normalidad. Los cines abren, distancia social mediante. Los estrenos se suceden. El público arde en deseos de reincorporarse a esta nueva rutina que es la vieja rutina.
Pero, ¿cuánto tardará, semiaislado en su butaca del cine, en echar de menos lo de poner los pies sobre la mesa, en pantalón de pijama, haciendo pausas a voluntad para ir al baño, sin colas ni protocolos jabonosos? A eso temían más que un nublado AMC o Cineworld Group.

Porque los humanos tendemos a mezclar la rutina con la nostalgia. Y ese cóctel es más peligroso que secuestrarle una hija a Liam Neeson.

Roberto Aguirre © elkarma.eus

 

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