octubre 14, 2020

Juego de niños: Irrealidad

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“El futuro ya no es lo que era” afirmó el poeta Paul Valery en 1937. Menuda frase para describir lo que estamos viviendo. De repente nada del futuro es lo que era. Se nos han roto los esquemas. Como decía hace unos años Zygmunt Bauman, “hoy la única certeza es la incertidumbre”. El sociólogo describía en 2007 aquello de la “modernidad líquida”, un mundo en el que las certidumbres se disuelven y nada permanece. Ahora esos conceptos cobran un nuevo sentido.

Según otro poeta, José Manuel Caballero Bonald, “estamos viviendo el fin de la realidad”. Quien fuera premio Cervantes, vaticina que habrá “nuevos modelos, nuevos vínculos, nuevos hábitos”. A sus 93 años observa los acontecimientos de los últimos meses con una mezcla de asombro y distancia. “Tengo la impresión de que una ciudad transitada por peatones recelosos, cada cual con su mascarilla, compone un escenario de teatro del absurdo”, explica.

Y en medio de esa sensación de irrealidad, va y se muere Christo. Me refiero al artista búlgaro, representante del land-art. El que se atrevió a envolver en tela y cuerda el Reichstag en Berlín, el Pont-Neuf de París o varias islas frente a Miami. Este otoño iba a envolver el Arco del Triunfo, de nuevo en París. Pues no habrá milagro. Sorpresa y absurdo, por todas partes.

Elene Ortega Gallarzagoitia © elkarma.eus

 

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