abril 14, 2021

Puños fuera: Esencia comunera

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Hace ahora 150 años de la insurrección parisina, periodo en el que por dos intensos meses la naciente clase obrera gobernó en clave asamblearia su destino. La Comuna de París se alzaba el 18 de Marzo de 1871 instaurando tras una cruenta lucha, la administración igualitaria de la vida y de las cosas. Con todo, su corta existencia no satisfizo a los grandes colosos del incipiente socialismo. Tanto Marx como Bakunin insistieron en sus insuficiencias y solo más tarde, después de que fuera aniquilada a sangre y fuego, alabaron sus virtudes.

Para la gente del común, no obstante, el 18 de Marzo se convirtió en la fecha de recuerdo de que con una lucha decidida se podía construir una vida diferente. Para los humildes de Europa durante todo aquel fin de siglo, fue la efeméride obrera que recordaba la posibilidad de una insurrección que acabara, no sin dificultades, con aquella vida miserable. La Comuna de París fue y siempre será el tiempo de las cerezas, la primavera con la que florece la lucha por una vida que merezca ser vivida. Y si esta no obtiene los parabienes de los padres de la política revolucionaria, quizá sea porque mantenga su esencia comunera.

Jtxo Estebaranz © elkarma.eus

 

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