Península Histérica: Turismo depredador
Acabo de pasar unos días en Barcelona. Conversando con conocidos, dos son los temas que sobrevuelan todas las conversaciones. Por un lado, la persistente sequía que amenaza con rendir de sed a la ciudad, pues hace tiempo que allí el agua no cae del cielo. Pero paralelamente, las conversaciones acaban convergiendo en el turismo desbocado que amenaza con devorar la ciudad. A las hordas que desembarcan de los cruceros, se suma la inmensa cantidad de gente que se hospeda en alojamientos turísticos. Ya no solo en los barrios céntricos y más conocidos. |
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