Una de las posturas gimnásticas más divulgada, muy extendida también entre los practicantes del yoga y los aficionados a películas de terror manieristas como El exorcista, es la conocida como el pino puente. Si bien es una postura muy extendida y popular, dominarla con maestría requiere años y una depuración de la técnica que exige dedicación, precisión y un cierto desapego hacia la integridad de las vértebras lumbares. Ya los antiguos egipcios la practicaban, allá por el año 1.780 a.C., aunque resulta difícil encontrar pruebas gráficas documentales en los jeroglíficos de la época porque los ilustradores del segundo período intermedio sólo trabajaban las figuras verticales y el pino puente les ocupaba mucho espacio y luego no cabían los ankhs, los señores con cabeza de halcón de perfil ni las manitas haciendo el OK.
(Más…) |