El niño de origen italiano Marco Rossi ha vuelto a perder a su madre después de que esta haya decidido abandonar Argentina ante el irrespirable clima económico, político y social que vive el país tras la elección de Javier Milei como presidente. Marco se encuentra muy abatido y asegura que empieza a estar “un poco hasta lo que vienen siendo las gónadas” de que su progenitora siempre le abandone cuando las cosas vienen mal dadas y que además lo ha hecho sin avisar, con nocturnidad y alevosía, sin bien la madre afirma que se lo dijo varias veces y hasta puso post-its en la nevera con la fecha en que volaba de regreso a Italia, “pero este niño está atontao desde que nos comimos a su mono cuando empezó a subir el precio de la carne”.

Ocho Apeninos argentinos

Marco y su familia, que se habían asentado en la República Argentina poco después de que Anna Rossi regresase a Génova con su hijo para que le viera un psicólogo “porque lo enmadrado que estaba el chiquillo no era normal, que ahora me sigue hasta cuando tengo que ir a cagar al váter de casa”, llevaban ya un tiempo viviendo en Buenos Aires. La decisión de Pietro, el padre de Marco, médico de profesión, de continuar trabajando en clínicas para pobres de la sanidad pública, en vías de desmantelamiento, ha terminado de convencer a la señora Rossi de dejar atrás Sudamérica y regresar a Europa.

“Al menos Georgia Meloni es fascista de centro, y la moderación siempre inspira confianza”, declara por teléfono la madre de Marco, quien confiesa que ya ha bloqueado a su hijo en Whatsapp y que sólo espera que no le vuelva a dar por buscarla, “que este es muy teatrero y anda que no le gusta un drama ni nada”.

© elkarma.eus