El Ministerio de Turismo de Afganistán no da por perdida la temporada turística y confía en remontar el bache inicial que supuso a finales de mayo pasado el asesinato de varios vacacionistas en la ciudad de Bamiyán. Desde el gobierno afgano se anima a viajeros de todo el mundo a que no se dejen amedrentar por “acciones más o menos aisladas y razonablemente fortuitas” que no representan al sentir del pueblo talibán y visiten su país “donde no tienen nada que temer mientras hagan exactamente lo que les dicen los señores de la barba con el AK-47”. También han animado a las mujeres extranjeras a visitar el país, a cuyos maridos se les proveerá de una correa extensible totalmente gratuita que podrán adquirir en los puntos de información turística.

Pocos budas pero mucha ilusión

Uno de los puntos fuertes de Afganistán es que aún mantiene una cultura gastronómica autóctona que no ha sido desplazada por las grandes cadenas de comida rápida como en otros países, mucho más gentrificados. “Antes de ayer ahorcamos al último franquiciado de un McDonalds que quedaba en Kabul, de cuando estuvieron los americanos. Ya sólo queda comida tradicional. Y algún 100 Montaditos, pero es algo residual”, explica Abdurrashid Azizi Azino. Desde Turismo se asegura que el visionado de publirreportajes corporativos como El turismo es un gran invento o Tres suecas para tres rodríguez ha sido de gran ayuda a la hora de formar a coordinadores de viaje en tiempo récord, convenientemente supervisados por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio.

Las ejecuciones al aire libre no parecen estar captando a muchos visitantes extranjeros de momento “pero bueno, el turismo es una industria joven y todavía estamos aprendiendo del ensayo y error”.

© elkarma.eus