Desde 1 de enero de 2025 el mal de muchos dejará de ser consuelo de tontos en la Unión Europea. Lo ha anunciado el comisario de la Unión para la Debacle Controlada, Katastrofos Panatanatos. Los ciudadanos podrán canjear su «consuelo resignado de raíz agraria y preindustrial», explica Panatanatos, por “justificaciones morales seudoexistencialistas” expedidas en facultades de filosofía y/o farmacia de las universidades. Incentivar la resiliencia individual activa ante un entorno amenazante es un objetivo de la Unión Europea. «Aunque suene políticamente incorrecto queremos que el europeo y la europea pasen del ‘pobres desgraciados, qué bien estoy’ a un ‘que se jodan, algo habrán hecho’”, admite Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Ya lo siento

Quien no se sienta preparado para semejante cambio cultural y prefiera canjear su consuelo autocomplaciente por resignación cristiana tradicional, o cualquiera de sus equivalentes religiosos o metafísicos, podrá acudir a su parroquia o centro equivalente más cercano. «Durante 5 años convivirán los sistemas de resignación, lástima, empatía y solidaridad tradicionales si bien deberán ser progresivamente abandonados para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado», explica Von Der Leyen mientras hace prácticas de sacrificio de ponis. El Colegio Oficial de Cuñados de España ya ha manifestado su malestar por el hecho de no haber sido consultados para la elaboración del plan de aplicación. «La fina línea que separa la conmiseración hipócrita del nihilismo misántropo requiere de todos», admite la socióloga Mariví Bisección.

Algunas fuentes señalan que algunos dirigentes querían llegar más lejos mediante una directiva del Sálvese Quien Pueda cuyo coste resulta inalcanzable para la mayoría de la población y para la que solo estarían preparados mental y emocionalmente sectores de población como los trabajadores autónomos.

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