El Colegio Oficial de Carteristas de Bizkaia (COCB – BZEO) ha calificado el comportamiento de la ciudadanía durante la Aste Nagusia bilbaína, ya en su recta final, como “muy negativo” y ha criticado duramente los numerosos actos de provocación de los asistentes a las fiestas. Descuideros y ladrones de móviles consideran que la desidia demostrada les pone “muy, muy difícil” mantenerse en el lado correcto de la ley. Bolsos abiertos en los que asoman complementos de moda, carteras colocadas distraídamente en mesas de terrazas o la exhibición de teléfonos celulares en el bolsillo trasero del pantalón son algunas de las prácticas denunciadas por el COCB que les incitan a poner en entredicho sus rectos principios cívicos y morales.

Pensemos en los demás

Carteristas de toda Bizkaia sostienen que las personas que acuden a la Semana Grande han contraído un compromiso con los y las profesionales del ramo del latrocinio consistente en proteger sus propios bienes materiales, y que si hacen dejación de sus responsabilidades ponen a los sustractores de la propiedad ajena frente a un dilema deontológico difícil de dirimir.

“Yo vengo a fiestas con la intención de desconectar un poco del día a día. Que si una cerveza en txosnas, que si la pequeña se quiere subir al Gargantúa, que si los fuegos, que si las barracas de Artxanda… Lo que viene siendo una jornada para disfrutar en familia. Pero claro, si un grupo de matrimonios está pidiendo en la barra y dejan la cartera a la vista de todos mientras discuten si ponen bote o se turnan las rondas… uno es un profesional. ¿Deja el policía de inmovilizar a un inmigrante por estar de permiso? ¿No, verdad?”, expresa con amargura Aitor Tolito, carterista de Bermeo que ha acudido a Bilbao para terminar sus vacaciones.

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