El filibustero José Enrique Morgan, pirata en régimen de autónomos que opera capturando barcos mercantes cerca de la isla de Tortuga, ha pedido en su cuenta de Bluesky que se dejen de publicar informaciones falsas que sólo buscan manipular a la ciudadanía en tiempos de tribulación. El bucanero, más conocido como ‘Barbahipster’, ha desmentido que quien tenga un amigo tenga un tesoro y sostiene que en más de treinta años de actividad laboral jamás mantener relaciones de amistad le ha garantizado poseer ningún tipo de cofre cargado de joyas y doblones de oro. Barbahispter ha incidido en que él siempre ha tenido que cañonear, abordar y saquear para poder obtener tesoros, o en su defecto desenterrarlos en una isla desierta, y que lo demás es favoritismo, amiguismo, nepotismo o cualquier otra práctica que atenta contra la cultura del esfuerzo.

Emosido engañado

Morgan insiste en que esa máxima recogida en refraneros y libros de aforismos tiene un fin apaciguador y de legitimación forzada del optimismo empresarial ante nuevos emprendedores. Sin embargo, mantiene el filibustero, es un mensaje falaz que ensalza valores buenistas que tienen poco o nada que ver con el éxito económico. “He visto malgastar muchas vidas de piratas que se descargaban Meetup o Tinder Social en el móvil. Porque en esta profesión resulta complicado lo de conciliar. Pasas mucho tiempo fuera de casa y confraternizar con la tripulación no es una opción porque suele ser una pandilla de hijos de puta que cuando menos te lo esperas le han enseñado al loro a insultar en cuatro idiomas”, explica Barbahipster mientras se barniza la pierna.

La falta de confianza en las promesas garantistas de tesoros a través de amistades provoca que cada vez más piratas se planteen la opción del funcionariado y opositen a corsario.

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