La ratificación de la victoria de Joe Biden por el Colegio Electoral estadounidense ha llevado a Donald Trump a solicitar jugarse la presidencia a doble o nada. Tras el fracaso en los tribunales para impugnar los comicios por fraude, el todavía presidente ha retado a Biden a un último lance y en el juego que propusiera la comisión del Senado: duelo a sable, juego de la oca o piedra, papel y tijera.

Ahora va la buena

“Si Trump gana se queda la Casa Blanca cuatro años más. Si Trump pierde, Dios misericordioso no lo permita, se compromete a abandonar el Despacho Oval haciendo el pino para, a continuación, recorrerse en calzoncillos toda la Avenida Pensilvania mientras Kamala Harris le azota las nalgas con una plancha de madera”, informa Albin Guero, miembro del gabinete de transiciones presidenciales y hombre confianza del republicano. Joe Biden ha respondido que la democracia no puede ampararse en la frivolidad y el oportunismo porque se fundamenta en la confianza depositada por los ciudadanos libres a través el sufragio y está legitimada por la voluntad del pueblo, pero que la idea de ver a Donald Trump en paños menores le intriga y que se lo pensará.

Melania Trump ha declarado que a ella personalmente el tema no se la podía “bufar más” y que mientras siga teniendo acceso libre a ansiolíticos, a lo que se dedique su marido se la trae al pairo. También ha pedido a los seguidores de sus esposo que no mantengan las expectativas muy altas con el tema de verle en ropa interior.

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