Txarriboda News 198 (28-02-2021)
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El Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, ha mostrado su “más profunda preocupación” ante el estudio publicado por el Centro León Tolstói de Investigaciones Sociológicas que revela que “Todas las familias felices son iguales pero cada familia infeliz, es infeliz a su manera”. Semejante falta de homogeneización y estandarización de la desdicha doméstica ha sido considerada “una grave amenaza a la armonía democrática de un país que debe estar más unido que nunca”. No más desgracias ajenas Los resultados de las encuestas del organismo autónomo han llevado a las diferentes administraciones a crear un plan de normalización de la infelicidad familiar para “establecer una hoja de ruta que dirija la congoja de la sociedad hacia la unificación del sufrimiento”. “Lo que no puede ser es que una familia sufra por un ERTE, otra por la pérdida de un familiar, otra porque ha cerrado el bar de abajo, otra porque su hijo se ha ido a vivir a Andorra y no les manda dinero, otra porque las mascarillas quirúrgicas les asoplillan la oreja… Así no hay manera de decretar medidas maximalistas apaciguadoras que funcionen para todo el mundo”, expresa Ana Karen Inarritu, educadora social y transcriptora del Centro. A pesar de las acusaciones de plagio vertidas por el Instituto Sofía Andréyevna Tolstáya de Estudios Demoscópicos, las instituciones confían en los datos aportados por el CLTIS, “aunque sólo sea por no llevar la contraria a los rusos, que lo de recibir la Sputnik V no está ni medio claro”. El Gobierno y las Comunidades Autónomas proyectan lanzar una campaña institucional para incidir en qué asunto debería hacer miserables “a todos los ciudadanos por igual” para armonizar el descontento social y poder “penar todos en el mismo barco”. © elkarma.eus |
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