Txarriboda News 405 (07-11-2021)
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A.P., vecino de Arrankudiaga, ha denunciado a través de la OCU que el repartidor de una conocida empresa de delivery que le entregó un paquete se pasó media hora en el rellano de la escalera tratando de convencerle para que se apostaran a que era capaz de adivinar el contenido del envío. La actitud del repartidor no sólo viola el principio de confidencialidad sino que provocó que se le acabara quemando el aceite que tenía en el fuego. Cómo está el servicio “Fue horrible. Justo cuando iba a firmar percibí en él una mirada torva. Fue entonces cuando me propuso que nos jugáramos 50€ a que era capaz de adivinar lo que contenía el paquete”, relata el denunciante. “Si quisiera un trato campechano durante una transacción económica que me hiciese sentir incómodo no compraría por Internet, que para eso ya tengo al pequeño comercio local”, añade A.P., quien asegura sentirse ultrajado. “A semejante falta de profesionalidad hay que sumar la serie de humillaciones a las que fui sometido, como cuando se puso a sostener y agitar el paquete para obtener pistas y me dijo que yo no tenía cara de que dentro hubiese un libro”, gimotea. Afortunadamente la cosa quedó en un susto y el repartidor se fue al cabo de 30 minutos. “Eso sí, el mal cuerpo no me lo quita nadie. Última vez que pido dildos anales en esa web”, concluye A.P., agitado pero no revuelto. Agrupaciones de riders han achacado actitudes como la descrita a la escasa remuneración que reciben de las empresas de reparto a domicilio. “Algunos compañeros están tan desesperados que hacen alunizajes en joyerías. Con la bici. Y claro, luego toda la noche en urgencias”, se lamentan. © elkarma.eus |
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