La Alianza de la Sanidad Privada Española ha informado de que partir del mes de febrero los centros de sanidad privada del estado dejarán de realizar test de antígenos y pruebas PCR y comenzarán a emplear catadores profesionales para determinar si el paciente está infectado de covid. Los sumilleres de coronavirus serán capaces de determinar la variante, la añada e incluso la denominación de origen del contagio.

Hay niveles y niveles

El objetivo de estas clínicas es diferenciarse de los centros de la sanidad pública y aportar valor a la experiencia del suscriptor del seguro privado de salud. “Cualquier muerto de hambre puede ir a la farmacia en un momento dado a comprarse una prueba de antígenos o llamar por teléfono a su ambulatorio para solicitar un test PCR. Pero que un profesional te haga una cata de tu saliva para detectar los matices de madera de la reacción de la polimerasa o la intensidad en nariz de la carga viral… es otro nivel. Vale lo que cuesta”, explica Roque Féler, adjunto al departamento de RRHH del Hospital Universitario HM Sanchinarro. La iniciativa se ha visto influida por muchos abonados que se quejan de que el desmantelamiento de la sanidad pública no se está haciendo al ritmo que se les había prometido. “Hay client… pacientes que no entienden que su asistenta ecuatoriana se haya hecho un test de farmacia de la misma marca que ellos, y exigen que las cuotas que están pagando les aporten algo. Eran los sumilleres o las camas en planta tapizadas estilo Luis XV con dosel”, completa Féler.

Otra de las propuestas de ASPE es sustituir las nanopartículas de oro de la tira reactiva de los test de antígenos por platino y cristales de Swarovski.

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