La OMS ha anunciado que una nueva tragedia se agazapa sobre el planeta “que dejará al coronavirus y al apocalipsis nuclear en mantillas en comparación”. La nueva oleada de patinetes eléctricos vaticinada por el organismo de las Naciones Unidas podría ser más letal que el cáncer, las enfermedades de corazón y la exposición al canal 24 horas de Secret Story.

Amenaza silenciosa

La noticia ha conmocionado a la comunidad científica internacional, que algo sospechaba porque “todos hemos perdido a algún ser querido por culpa de los patinetes eléctricos, bien porque fue atropellado en la acera o porque se compró uno y desde entonces se ha vuelto gilipollas”, como explica Penélope Dalada, epidemióloga y organizadora de timbas de chinchón en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. La alarma sanitaria podría reiniciar el ciclo de confinamientos domiciliarios, cierres perimetrales y toques de queda, aunque la policía de balcón ya ha anunciado que esta vez no tendrá una actitud tan pasiva y advierte de que se está pertrechando con horcas y azadones para controlar la expansión de contagios. “Es mejor pillarles ahora, cuando los brotes no son muy numerosos y la situación todavía es manejable. A veces le pegamos un palazo al ser humano infectado para bajarle del patinete y se queja mientras recoge sus dientes del suelo. Pero eso es porque aún no han comenzado las campañas de concienciación y queda mucho negacionista”, comenta una voluntaria que sufre de estrés postraumático cuando ve un manillar.

Sanidad valora imponer el uso obligatorio de coderas, rodilleras y cascos de bicicleta en exteriores para tratar de frenar la mortalidad en la vía pública.

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