El Gobierno de la Comunidad de Madrid instalará puestos de pollos asados y churrerías dentro de los vagones del Metro de Madrid con el fin de poder obtener ingresos adicionales y paliar la delicada situación financiera que atraviesa debido al incremento de los precios de la energía y el descenso de viajeros. La idea habría surgido precisamente de la decisión de no activar el aire acondicionado en el metro “para ahorrar” durante lo más crudo de la ola de calor, alcanzándose en el interior de los coches temperaturas “que se podían haber aprovechado para obtener un rédito económico que se ha perdido para siempre por no haber andado vivos”.

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Las pollerías, churrerías y parrillas de gallinejas podrían entrar en funcionamiento este mismo domingo para aprovechar los 40 grados en superficie que seguirán soportando los habitantes de Madrid hasta mediados de la próxima semana. “Todo se asará y se freirá con el propio calor que se genere dentro del vagón, especialmente en hora punta, y así ahorramos en combustibles, que se habla poco del precio al que se ha puesto el butano”, explica pizpireta Isabel Díaz Ayuso, quien estudia franquiciar la marca y vender también catering de pizzas para comedores escolares. La medida pretende que el Metro de Madrid pueda pagar en plazo los 310 millones que le permitirían mantener la flota actual, teniendo en cuenta que el 59% de los vagones son alquilados “sin necesidad de pedir un impuesto revolucionario a esos señores latinos de la guitarra, tan educados”.

Muchos usuarios no ven con buenos ojos la iniciativa, ya que dejaría sin asideros a los pasajeros que viajen de pie al habilitarse las barras metálicas para ensartar los pollos.

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