Txarriboda News 620 (25-07-2022)
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Diversos colectivos veganos han decidido escindirse de la corriente general ya que se consideran “discriminados y cuestionados” por defender el maltrato animal. Los seguidores de este movimiento, que surge como cisma del veganismo tradicional, sostienen que si no comen carne, pescado, huevos, leche o miel es porque les da asco pero que, lo que es por ellos, a los animales “les pueden ir dando por el culo con un taladro” al tratarse de seres irracionales sin derechos y opinan que “el ser humano no está en lo más alto de la cadena trófica para luego ir de buenista”. Fundamentalismo vegetariano Los veganos antianimalistas aseguran sentir “mucho tedio” cada vez que alguien les envía un video sobre las condiciones en las que viven vacas y pollos en las macrogranjas. “La gente lo confunde todo. Hay peña que se me acerca cuando descubre que soy vegano, me da una palmada en el hombro y me empieza a contar que los toros son tortura y que llevar pieles es un crimen. Como si me importara una mierda. Pero si a mí los animales es que me la sudan. Qué pesadez. Y todo porque sólo como frutas, verduras y legumbres. Qué coño tendrá que ver…”, explica Paloma Taperros, veterinaria especializada en vivisecciones experimentales y promotora de peleas clandestinas de avestruces. Los neoveganos a favor del maltrato animal han calificado la ortodoxia vegana, que ha condenado firmemente a la corriente disidente, de “hipócrita” ya que “sí que les gusta la carne lo que pasa es que son unos primaveras. Comer tofu con sabor a ternera es como condenar la pederastia pero luego ponerle el uniforme del colegio a tu amante mayor de edad”, argumenta Taperros entre gestos incómodos de sus comilitantes. © elkarma.eus |
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