El Ministerio de Sanidad ha incluido a las personas que se obsesionan con extraerles las espinillas y los puntos negros a sus parejas dentro del Plan de Acción sobre Adicciones 2021-24, aprobado el pasado enero en la Conferencia Sectorial del Plan Nacional sobre Drogas. Los centros de desintoxicación someterán a terapia a ciudadanos con este tipo de dependencia para que puedan reinsertarse en sociedad.

Angustia a flor de piel

La adicción a arrancar puntos negros a tu pareja se ha convertido en un drama que viven cientos de miles de personas en todo el estado y que la mayoría de las veces se oculta o no se reconoce por miedo al estigma asociado a las conductas adictivas. “Al principio fue una espinilla en el hombro de mi novio una tarde que fuimos a la playa. Me acuerdo como si fuera ayer. No sé si fue lo fácil que salió o la textura del pus, pero a partir de ese día no pude dejar de arrancarle puntos negros. Pensé que podía dejarlo cuando quisiera, pero llegó un momento en que ya no era yo. Al principio se trataba de un par de granitos de vez en cuando, por el subidón, pero al final ya eran horas de tenerle boca abajo en el sofá explotándole el acné para poder llevar una vida normal y que no me diera el síndrome de abstinencia”, explica Maialen Gantxina, actualmente en terapia conductual. Tanto parejas sentimentales estables como rollos de verano agradecen que se reconozca esta adicción como una enfermedad y esperan que en el futuro otras personas no tengan que pasar por las erosiones cutáneas que han padecido por culpa de estos seres queridos dependientes.

Alberto Garzón ya ha pedido que se retiren de Youtube los videos de la dermatóloga extrema Sandra Lee.

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